
"La visión espiritual, la interior. He ahí la pureza. La idea madre, el motor universal, el supremo generador de toda creación. De toda manifestación que merezca el honroso calificativo de humano. Esa visión, es la divina matriz en que se gestará el hombre nuevo, y fuera de la cual el individuo no logrará trascender su raquítica condición de animal arrogante, de bípedo compulsivo e ignato"
W.Blake
Así somos nosotros, una piara maloliente e infecta. Manchada de nuestra verborrea incesante, de nuestras sonrisas del revés, de nuestra humildísima presencia. Incapaces de salirnos del dibujo porque pasarse de la raya conlleva consecuencias. Trémulos, cobardes. Temerosos por ser envueltos por un silencio más profundo que ningún maldito corazón. Sin rumbo fijo pero con uno establecido. En fila india y asidos a una cuerda, no vayamos a extraviarnos.
Así somos, un DNI con ocho números y una letra. Una cartilla del seguro y una tarjeta de crédito repleta de más que de menos. Caprichosos, insaciables, corruptos. Capaces de cometer las peores atrocidades, de dañar premeditadamente, de ignorar el bien ajeno. Orgullosos de nuestro orgullo, de mirarnos el ombligo; la única prueba evidente de que somos humanos. Menudos egoístas…
Así somos nosotros, sí. Primero yo y luego también. Impenetrables, incomprensibles. Temerosos de no proteger con suficiente ímpetu nuestro personal talón de Aquiles. Recios endebles. Malditos mentirosos, bastardos, traidores. Presidentes de nuestra fatuidad y soberbia. Propietarios de nuestra mísera grandeza. Viciosos de hablar para quejarnos, para lamentarnos de nuestras ínfimas desdichas, para chismorrear, para no decir nada.
Así somos, un corazón que no deja de latir en nuestra contra en vez de a nuestro favor. Pura pasión e infortunio, la confusión personificada. Sabedores de la provocación y especialistas en la asignatura de provocarnos dolor. Qué gran desconsuelo no discernir ni por donde pisamos, siempre de puntillas, deambulando en un expuesto mar de minas. Antepuestos al riesgo de conocernos demasiado. Desagradecidos…
¡Cómo somos! Toda una obra de arte inacabada, un diamante en bruto, un día sin sol. Temerosos de mostrar la esencia que nos diferencia del resto, una cerradura sin llave. Afligidos y angustiados por el qué dirán, por ser como somos. Intrusos de nuestra propia existencia. Ilógicos como una ecuación sin despejar.
Dando la espalda en vez de la cara. Rindiéndonos en vez de afrontándonos. Tirando la piedra y escondiendo la mano. Avergonzándonos por una sonrisa. Sintiendo celos de los nuestros. Eludiéndonos de todo y de nada. Odiándonos en vez de sintiéndonos. Infravalorándonos, desentendiéndonos...
Un meta por alcanzar, así somos. Como una ruleta rusa, expuestos al azar de las decisiones que nunca tomaremos. Execrables. Inhábiles espectros de la realidad circundante. Novatos en la verdad y sinceridad. Chapuceros. Fútiles bípedos, victimistas. Embusteros, nunca cambiaremos. Ésto es lo que somos y aquí es donde nos encontramos. En el punto de mira.
Perfecto texto, totalmente de acuerdo Lara.
ResponderEliminargracias a Dios que no solamente somos eso... no te voy a negar nada de lo que dices, pero faltan muchas cosas, básicamente las buenas, todas esas que generan sonrisas, esperanza, ganas de levantarte de la cama para encontrarte con un ser mágico, único e irrepetible, esas que te hacen mirar el mundo como si cada día el sol saliera para ti, como si el mundo se renovara cada día cada para descubrirte alguna maravilla nueva... una canción!
ResponderEliminarTal vez no encendiste la luz hoy por la mañana.
Somos muchas cosas, malas si... y buenas! No des la espalda a la luz.
Un beso, niña!
Soy partidaria de pensar que aparte de todo esto, tambien somos incapaces de asumir un mensaje a no ser que lo llevemos al extremo :)
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios Chic@s, siempre bienvenidos.
Muy bueno niña :)
ResponderEliminarA ver si me motivo y grabo algún tema erótico yo ahora, que acabo de conectar la tarjeta de sonido y los micros!